viernes, 6 de febrero de 2009

Trabajo parcial 1: Conciencia ética en diferentes ámbitos.

RESUMEN.
El presente ensayo presenta una serie de reflexiones personales acerca de los capítulos VI (Enseñar la comprensión) y capítulo VII (La ética del genero humano) de la obra de Edgar Marín (1999), sobre los obstáculos que se tienen que vencer en el futuro para lograr una conciencia ética del genero humano. La postura final de éste trabajo es que, para lograr una conciencia ética en los diferentes ámbitos de una persona, se lleve a cabo un “contrato psicológico” en donde quede establecido, bajo un compromiso moral, lo que las personas puedan esperar de sí; empezando con un compromiso propio en los ámbitos familiar, profesional e investigativo.

CONTENIDO.
1. Introducción.
2. La importancia de la comprensión humana para lograr la conciencia ética.
3. Conciencia ética.
4. La conciencia ética en diferentes ámbitos.
4.1. Conciencia ética en el ámbito familiar.
4.2. Conciencia ética en el ámbito profesional.
4.3. Conciencia ética en el ámbito investigativo.

1. INTRODUCCION.
El presente trabajo pretende presentar una serie de reflexiones y argumentos personales acerca de la conciencia ética. Los materiales de estudio y análisis fueron las lecturas de los trabajos de Edgar Morin “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” correo de la UNESCO 1999, (Prólogo; Capítulo VI: Enseñar la comprensión y Capítulo VII: La ética del género humano) y de Raúl Rojas Soriano “Formación de investigadores educativos” de Editorial Plaza y Valdés, México 1992 (capítulo XVII: “El plagio en el trabajo científico”). Como parte final del ensayo, se plantea la necesidad de formalizar un “contrato psicológico” individual, en donde se genere el compromiso de llevar a cabo la conciencia ética en los ámbitos familiares, profesional e investigativo.
Estoy conciente de mi proceso formativo. Por lo cual, pido disculpas de antemano a los autores de dichos artículos y a los lectores de éste trabajo en el caso de errar en mis apreciaciones. Sin embargo, siendo el objetivo principal de la Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas formar gente con espíritu crítico, me pongo a la consideración de los lectores y de mi tutora, con la finalidad de escuchar comentarios y opiniones que mejoren la apreciación en este trabajo.
Hace tiempo, leyendo a Conny Méndez (autora del libro de Metafísica al alcance de todos) leí en la introducción de su obra una frase que decía “con palabras de a peso”, haciendo alusión a la manera sencilla en que escribió y redactó su libro. Uno de los objetivos que persigo en éste Módulo, es desarrollar la competencia de comunicación escrita tratando de que el contenido de los trabajos conserve la claridad y la cohesión de lo que escribo. Por lo que a continuación trataré de explicarme lo mejor posible, deseando cumplir con el cometido de la tarea de “con palabras de a peso”.

2. LA IMPORTANCIA DE LA COMPRENSION HUMANA PARA LOGRAR LA CONCIENCIA ETICA.

Es hasta cierto punto asombroso la manera en que la vida actual se viene desarrollando. La llegada del siglo XXI nos tiene llenos de perplejidad y asombro. Los grandes descubrimientos y las grandes invenciones están a la orden del día. La modernidad está avanzando a un ritmo impresionante.
Los avances tecnológicos se dán cada vez con mayor celeridad. Lo que el día de ayer fue una novedad para el día de hoy puede quedar obsoleto. El ejemplo clásico lo podemos observar cerca de nosotros: el uso de la computadora, del teléfono celular o el uso de cualquier otro medio de información y de comunicación del que tengamos conocimiento. Con el avance de dicha tecnología podemos ver que las distancias se han acortado enormemente. Podemos comunicarnos a grandes distancias en fracciones de segundo. Las barreras geográficas de la comunicación humana han desaparecido.
La educación, cumpliendo con el cometido de actualizarse, pone a su disposición los medios tecnológicos y los usa para mejorar el proceso educativo y para ampliar sus propios horizontes. Es ahí donde nace la educación a distancia. Ahora se puede tener acceso a la educación de una manera relativamente más sencilla. La enseñanza de disciplinas y/o de materias están al alcance de mayor número de personas de diferentes niveles escolares.
Es de suponerse que con el avance de la educación, de la tecnología y de la comunicación, tengamos mejores bases para desarrollar una mayor comprensión de la realidad en que vivimos. Sin embargo, viviendo esa realidad nos percatamos de la existencia de múltiples problemas de los que aun estamos rodeados: conflictos personales, entre familiares, entre sociedades, entre gobiernos, entre Países, etc. Esto nos lleva a reflexionar que si bien la tecnología ha avanzado, la cual permite una mejor comunicación entre personas, no necesariamente ha propiciado una mejor comprensión para evitar determinados problemas como lo son los conflictos entre humanos.
La razón fundamental de que así suceda nos la expone Morín (1999) en el capítulo VI titulado “Enseñar para la comprensión”. Existen dos tipos de comprensiones: la intelectual u objetiva y la comprensión humana intersubjetiva. En la comprensión intelectual u objetiva se logran los grandes avances científicos y tecnológicos. En la comprensión humana subjetiva se originan los grandes problemas de la humanidad. Para lograr realmente una conciencia ética, es importante tomar en cuenta el significado de ésta interpretación: solo lograremos una conciencia ética en la medida que seamos mejores como seres humanos.
La comprensión humana subjetiva es la propuesta para apostarle a la educación del futuro: formarnos mejor como personas. Al ser mejores personas, dejaremos atrás los principales obstáculos que afectan las dos comprensiones y de las cuales algunas sociedades adolecen, siendo éstas el egocentrismo, el etnocentrismo y el sociocentrismo; podremos comprender a nuestros semejantes de una manera desinteresada; comprenderemos mejor lo que es incomprensible y mejoraremos la comunicación humana permitiendo la argumentación y la refutación.
Debemos de tener en cuenta que lo que favorece a la comprensión hacia los demás es tanto el buen pensar (que nos permite aprehender en conjunto texto, ser, entorno, lo local y lo global; es decir, lo complejo) y la verdadera introspección o práctica mental de autoexamen crítico para reconocer y juzgar nuestros propios egocentrismos. Es indispensable también que desarrollemos la conciencia de la complejidad humana. Esto implica una apertura subjetiva (simpática) hacia los demás y una verdadera interiorización hacia la tolerancia, aún cuando en ocasiones suponga sufrimiento de soportar lo incomprensible.
Debemos de considerar entonces la ética de la comprensión humana como una liga para logra la conciencia ética. Morín (1999) nos la describe como la ética del género humano, en donde individuo-sociedad-especie se conjuntan en una triada y nace una ética propiamente humana que el denomina La antropoética. El considera que de ahí surge nuestra conciencia y nuestro espíritu propiamente humano. Esa es la base para enseñar la ética venidera.

3. CONCIENCIA ETICA.
Para lograr una conciencia ética actualizada Morín (1999) nos propone una reforma planetaria de mentalidades. Una metaestructura en la que pueda haber comprensión entre estructuras de pensamiento diversas que permita abordar el problema epistemológico de la comprensión. La educación surge como uno de los vínculos más importantes para el logro de esta misión.
Pero ¿Cómo podemos definir la conciencia? Sin pretender dar una definición textual, es cuando nos damos cuenta por si mismos, del tipo de pensamientos, sentimientos y acciones que estamos llevando a cabo. Las actitudes que generamos cuando estamos ante cierto tipo de situaciones. Somos concientes en ese momento de lo que está ocurriendo y como lo estamos haciendo. Conciencia por lo tanto, es darme cuenta de lo que hago.
Conciencia ética será entonces, el darnos cuenta de qué estamos haciendo bien, en base a mis principios y valores que ayuden a mejorar la relación humana con la gente que me rodea. Es voltear la cara hacia el humanismo.
Para lograr una conciencia ética es necesario volver nuevamente a retomar nuestros principios y valores personales. Comenzar haciendo un autoexamen crítico para autoanalizar nuestras propias fuerzas y debilidades que nos permitan tener una mejor comprensión con los demás. Que volvamos a descubrir, como Morín (1999) nos hace reflexionar, en que “somos seres débiles, frágiles, insuficientes, carentes, para que podamos descubrir que todos tenemos una necesidad mutua de comprensión”. Continuar con nuestros buenos hábitos de pensamiento: el bien pensar para que podamos aprehender, en todo su conjunto, la naturaleza del comportamiento humano.
La conciencia ética requiere, también, de desarrollar las virtudes humanas de apertura hacia los demás, de simpatía y de generosidad. Requiere de dejar atrás el egocentrismo, el etnocentrismo y el sociocentrismo. Requiere de escuchar mejor. Requiere de la congruencia entre lo que se piensa, se siente y se hace. Requiere, en conclusión, de sentirnos humanos.

4. LA CONCIENCIA ETICA EN DIFERENTES AMBITOS
En las empresas laborales, es muy común observar que en la contratación de personal se manejen dos tipos de contrato: un contrato legal (que es el más conocido) y un “contrato psicológico” (lo que se espera de la persona). El contrato legal es el documento escrito en donde se especifican las tareas, los deberes y las obligaciones tanto de la empresa como de los trabajadores. Por medio de el se sanciona a la persona que cumple o no con su trabajo. En contrato psicológico es diferente; no se dá por escrito, es lo que se dá por sobreentendido entre ambas partes para mantener la armonía de trabajo y las buenas relaciones humanas entre empresa y trabajador. Es el deber moral de cada uno para cumplir con sus responsabilidades y compromisos por cuenta propia. Es el depositar la confianza en el otro sabiendo que se mantendrá una buena relación aún cuando surja alguna diferencia que no haya sido contemplada o escrita.
Para cumplir con la conciencia ética, podemos decir entonces, que deben existir dos condiciones: una, la existencia de un código de ética escrito, en donde se especifiquen los deberes y las obligaciones que como profesionista voy a tener (contrato legal); otra, el establecimiento de un verdadero compromiso de la persona (contrato psicológico), tanto como para consigo misma como para con las demás.

4.1 Conciencia ética en el ámbito familiar.
La mejor manera de comenzar por el núcleo familiar, es iniciar con uno mismo. Establecer primeramente un “contrato psicológico” personal en donde finque uno sus propias responsabilidades. Mediante un análisis de autorreflexión y de introspección darse cuenta del propio nivel de cumplimiento o de incumplimiento. Paralelamente desarrollar el hábito del bien pensar y llevarlo a cabo durante todos los días y en la mayor parte de las ocasiones posibles.
Posteriormente realizar un “contrato psicológico” con la familia. Hablar de lo que ellos pueden esperar de uno, y uno de ellos. Para hacerlo es necesario establecer la empatía y tener la apertura hacia los comentarios.

Mi “contrato psicológico” personal es:
Me comprometo a escuchar mejor los diálogos que se realicen entre nosotros y tener la tolerancia en las diferencias que pudieran surgir. Deseo escuchar el “contrato psicológico” de cada uno de mis familiares para conocer que esperan de mi (aun cuando se de antemano que siempre están conmigo). Deseo decirles que espero de cada uno de ellos (aún cuando saben que ellos cuentan siempre conmigo).

4.2 Conciencia ética en el ámbito profesional.
Cuando una empresa nos contrata siempre espera que demos lo mejor que está de nuestra parte. Generalmente nos enfocamos a hablar del contrato legal pero difícilmente hablamos del “contrato psicológico”. Como trabajadores, siempre esperamos que la empresa tome la iniciativa.
Una forma de llevar a cabo la conciencia ética en el ámbito profesional puede ser que, como trabajador, pueda tomar la iniciativa para establecer ese “contrato psicológico”. ¿Con quien? con nuestros jefes, compañeros o subordinados. No importa el tiempo que se tenga trabajando juntos, lo que interesa es la conciencia ética de trabajar mejor.

Mi “contrato psicológico” en el ámbito profesional es:
Al inicio del semestre respectivo, hablaré con mi coordinadora de carrera. Le daré a conocer lo que ella puede esperar de mí como catedrático de ésta institución y le solicitaré sus expectativas de lo que ella espera de mi en mi labor como catedrático. Mi compromiso es escuchar, dialogar y comprometerme a realizar el mejor de mis esfuerzos para cumplir con un buen trabajo. Que ella sepa que si es necesario mi apoyo y ayuda, no solo en las clases, sino en la coordinación y organización de las actividades propias del área, que cuenta conmigo. Con respecto a mis colegas, esperar la oportunidad de que se lleve a cabo una junta de maestros y ahí aprovechar para manifestar mi “contrato psicológico” ante ellos.

4.3 Conciencia ética en el ámbito investigativo.
La labor investigativa requiere principalmente de la honestidad intelectual. Raúl Rojas S. (1992) en el capítulo “El plagio en el trabajo científico” de su obra “Formación de investigadores educativos”, es muy claro con respecto a la deshonestidad intelectual: apropiación de ideas, información o aportaciones de diversos autores sin citarlos; plagios en los planteamientos de un autor; plagios al omitir citas bibliográficas, etc., muchas veces en forma deliberada y muchas veces por desconocimiento.
El “contrato psicológico” es el compromiso personal de respetar las ideas de otros; de respetar las fuentes de consulta; de presentar transparencia de los datos obtenidos; de tener claridad en los objetivos de la investigación; de respetar la confidencialidad de la información obtenida y de realizar un buen trabajo (profundidad).

Mi “contrato psicológico” para el ámbito investigativo es:
Llevar a cabo la honestidad intelectual. Trabajaré principalmente en desarrollar ideas propias con la finalidad de fortalecer mi pensamiento crítico. Recurriré a las fuentes de información respetando siempre las ideas de otros autores. Guardaré la confidencialidad de los datos obtenidos para no afectar a terceras personas. Haré mi mejor esfuerzo para tener la claridad en los objetivos de mi investigación y la profundidad en el desarrollo del tema.

Para finalizar, cierro mi trabajo con la siguiente reflexión:

La palabra refleja nuestra vida interior; revela, por decirlo así, la intimidad de nuestra conciencia: es parte de nosotros mismos que sigue las vicisitudes de nuestro espíritu; y es vigorosa y noble cuando hay vigor y nobleza en nuestras almas, y es inexpresiva y grosera cuando traduce la tosquedad, la pobreza de ideas y sentimientos”.
- Sanza y Escartín.
(Escandón R.(1984) p. 72)

Listado Final de Referencias:

Edgar Morín. (1999). “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” Correo
UNESCO,
Escandón Rafael. (1984). “Frases célebres para toda ocasión” (5ª Reimpresión).
México: Editorial Diana
Rojas S.R. (1992). “Formación de investigadores educativos” México: Editorial Plaza y
Valdés.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que buena pagina