Es un hecho común que para incentivar al estudiante hacia la práctica de los valores universales, se debe ejemplificar desde una perspectiva personal a fin de transmitir hechos comprobables y no escuetos ni basados en simples palabras, tal como lo expone Magni Silvano (2008): para triunfar en la docencia se necesita ser docente, quién debe ser, con todo el sentido y profundidad del término, “MAESTRO”. Porque su acción no se limita a enseñar, sino que también educa. Se puede enseñar con las palabras, pero se educa con el testimonio de vida diario, es decir: con lo que hacemos. Lo que implica un compromiso integral del docente con sus alumnos. Ello significa, que debe conocer, analizar y comprender la realidad educativa para intervenir en dicha realidad mediante el diseño, puesta en práctica, evaluación y reelaboración de estrategias adecuadas, para la enseñanza de contenidos a sujetos específicos en contextos socioculturales determinados.
REFERENCIA:
Magni, R. (2008) Rol docente en el tercer milenio. Recuperado el 22 de octubre de 2008 de http://www.educar.org/articulos/roldocente.asp
DIDÁCTICA:
Hace 12 años
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